Zoofilia corporativa
Pi
Patel es un chico peculiar en más de un sentido. Su nombre es un homenaje a una
gran piscina pública francesa. Sus amplias creencias religiosas le han hecho
profesar su fe al hinduismo, al cristianismo y al Islam a partes iguales. Por
último su familia gestiona un zoo. Estos tres rasgos han definido por completo
la formación de este joven indio que verá cómo la vida le da la vuelta por
completo a su mundo cuando se hunde el barco en el que viaja con su familia a Canadá.
Como únicos supervivientes, una cebra, una hiena, un orangután, un tigre de
bengala y Pi.
Empieza
así el verdadero núcleo narrativo de esta historia. Aquí es donde se da la
carnaza y donde se aplicarán con una extraña lógica las leyes del darwinismo.
La búsqueda de alimento para este arca de Noé de dimensiones reducidas, la
crisis de fe para alguien con tres grandes religiones a sus espaldas y el
establecimiento de las dinámica de poder serán los tres pilares sobre los que
zozobre este libro.
Cuando
no te queda atadura alguna con tu propia especie, tirar de la cadena
alimenticia puede ser una pésima decisión.