Febrero siempre me ha parecido demasiado extenso.
Empieza muy atrás y acaba en algún punto del futuro distante en el que las
distopías acampan a sus anchas. Sé que mi percepción del tiempo tiene que ver
con la sensación térmica que me provoca el frío. Relojes, termómetros, tazas
calientes, mantas ardiendo. La lista de víveres que uno necesita si queda
encerrado en una de estas nevadas es breve. Porque si algo me fascina del
invierno es la necesidad de encontrar una fuente de calor, la que sea, que
permita a los cuerpos sobrevivir, hacer llevadera la llegada de marzo. Febrero
cree que sabe cómo encerrarnos. Cree conocerme. Sí, febrero es extenso y
resabido, diletante y dilatado. Todos estos libros son mi pequeña venganza
personal. La ofensa explicativa entre hibernación y liberación.
viernes, 28 de febrero de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
Naíf. Súper.
¿Os
ha pasado alguna vez? Dejas caer el libro que estabas leyendo y abres uno que
te llama desde el lugar más recóndito de la estantería. Piensas ¿ahí había un libro? y lo abres y sabes
que tienes que hacerle frente a su lectura porque, por algún motivo que aún
desconoces, es importante que ese libro en concreto ocupe tu tiempo. Bueno, a
mí me ha pasado. Y es que este Naíf.
Súper ha colapsado mi capacidad de procesar otra información que no sea la
suya. Y no, no es síndrome de Estocolmo, pero debo dar las gracias por este
bendito secuestro.
De pronto, no siento nada
Él
ha intercambiado cualquier sentimiento por el de la ira. En un momento que no
sabe identificar, sucumbió a un estado embrionario en el que las emociones aún
no se han formado y por tanto no puede relacionarse con otros humanos. Él,
protagonista absoluto de esta novela, deja todo lo que conlleva interactuar con
otras personas y se refugia en el piso de su hermano ausente. Él, que no sabe
lo que quiere, que le pesa el tiempo sobre su cabeza como una teja mal
colocada, busca un anteproyecto, un pequeño esquema que le indique cómo seguir.
Mientras, golpea un tablón de madera, elabora listas, le envía faxes a un amigo
meteorólogo y busca desde dónde vendrá la siguiente tormenta.
sábado, 1 de febrero de 2014
IMM #8 – Enero 2014
Casi ni sabría
por dónde empezar. ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy leyendo? ¿Sobre qué escribo? Lo
cierto es que podría hacer una buena recopilación de dónde no estoy. Hacer
listas del tipo Mis Diez Ausencias Favoritas. Siempre cuesta adaptarse a enero.
La cuesta de la que se habla tanto a veces es una caída libre. Y no estar aquí
es una de las formas de poder estar en otros lugares. Lugares que no siempre
puedes elegir. Sin embargo, en el camino entre este sitio y el otro, he
visitado librerías, he recibido regalos encuadernados y he robado
descaradamente de estanterías ajenas con el permiso sesgado de sus
propietarios. Y esto que llamáis In My Mailbox vuelve a llenarse de cosas que
pretendo leer o atesorar o integrar. Ya no sé qué verbo utilizar para definir
mi relación con los libros.
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