He
vuelto al instituto. He guardado en mi taquilla los libros de química y la he
cerrado con un golpe. Sí, mis hormonas también han vuelto. Me he sentido
invisible. Otra vez. Y me he convertido en la reina del baile, otra vez. He
acosado a los blandengues. Y se han reído de mí al tartamudear. He odiado a mis
padres. Me he odiado a mí mismo. He visto cómo mi cuerpo se despertaba ante los
estímulos más inesperados. Y me he enamorado de todas las personas incorrectas.
Sólo he pasado una semana con el libro de David Levithan, pero Cada día me ha hecho sentir como el
chico de intercambio que no entiende nada, pero que asimila las nuevas reglas a
la velocidad del sonido. He conocido a muchas personas. Y todas eran yo. Es una
novela rara. Quizás algo intensa. Pero ¿quién no es raro e intenso con
dieciséis años?
Mostrando entradas con la etiqueta .David Levithan. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta .David Levithan. Mostrar todas las entradas
viernes, 27 de febrero de 2015
miércoles, 30 de mayo de 2012
A de Amor
Basta decir que es un diccionario en el que se recopila, palabra a palabra, el nacimiento, punto álgido y declive de una relación.
Cronológicamente es un puzle sin formar, pieza a pieza sólo
el lector puede entender los tiempos, las pausas, los diálogos interrumpidos.
Durante todo el libro conocemos las impresiones de sólo uno
de los dos miembros de esta pareja. Sus pensamientos, su visión del otro, lo
que recuerda de cada diálogo.
El encuentro de ambos tiene lugar a través de Internet y
desde el minuto uno hay un sentimiento de desigualdad, de un sentimiento de
inferioridad de la voz que habla en relación al otro, sobre el que gira todo lo
que se dice.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)