Llevo
un tiempo fuera. Casi tanto como esta novela. Quizás un poco menos. Diversos
proyectos han colapsado mi agenda y, si bien es cierto que en ningún momento he
dejado de escribir sobre libros, he perdido algo de asiduidad en las redes. De
antemano pido disculpas a los pocos que quedéis por aquí. Tampoco sé si esto es
un comeback en toda regla o el
paréntesis que necesitaba.
Recuerdo
que hace un tiempo escribí esta lista, cuya función principal era subrayar mi
falta de constancia. Hace unos días volví a ella y entre todos esos títulos que
sigo queriendo leer, Intemperie me
miró directamente a los ojos. Ya sea por la escasez de libros que leo en
castellano original o por la aparente facilidad de una novela que en sus 200
páginas no me llevaría más de dos tardes finiquitarla. El libro de Carrasco me
ha dejado torcido en el buen sentido del término. Entiendo el boom mediático que tuvo lugar allá por
2013 cuando la novela salió publicada en España. ¿Ha perdido algo de vigencia
la fuerza de este título? Ni un ápice. Porque ese el súper poder de los
clásicos, que son atemporales.